Anoche te visité



Tal cual te conocí, te despediré llorando
Pienso esto, mientras me regalas alegrías
Dulces memorias, cogido de manos surcadas y frías
Ya desbaratado, mientras te voy escuchando.

La experiencia de tu ser fulgura
Corazón impetuoso, pero la piel mezquina
Mi reconocimiento ante ti se amotina
Por aquellas veces que apoyaste mi locura.

Que es el halo del tiempo, y que la ráfaga de una vida
Trato de entender, pero no comprendo.
Momentos que veo venir y ya no lento.

Un saludo y una despedida
A quien conocí de cerca y lejos, toda una vida
A ti te la recitaré, mi abuela querida.

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